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Dormir mal es un factor de riesgo de Alzhéimer.

Personas con una mala calidad del sueño presentan alteraciones en marcadores biológicos de la enfermedad de Alzhéimer. La evidencia acumulada sobre este tema ya puede considerarse importante.

Investigadores de diferentes centros universitarios estadounidenses han hallado que, en personas con alteraciones del sueño, los marcadores biológicos de la enfermedad de Alzheimer estaban alterados.

El estudio, publicado recientemente en la revista Neurology, solo encontró una asociación, no prueba en ningún momento que el insomnio o los despertares nocturnos puedan causar alzhéimer.

Sin embargo, el vínculo entre la calidad del sueño y el Alzhéimer ha sido señalado por tantas investigaciones que varios científicos ven en esa situación una oportunidad para crear terapias que, al menos, ralenticen el avance de la enfermedad.

Se analizó a un grupo de 101 personas con un riesgo de Alzhéimer porque tenían un padre o madre con la enfermedad y/o eran portadores de un gen que igualmente aumentan las posibilidades de padecer este mal.

El dato anterior es importante porque condiciona los resultados del estudio: los involucrados ya de por sí tenían más predisposición a la enfermedad de Alzheimer, algo que sucede a una minoría de personas.

A esos 101 individuos se les aplicó un test para valorar la calidad del sueño y además, se les extrajo una muestra de líquido cefalorraquídeo, en la que se analizó la presencia de marcadores biológicos de la enfermedad de Alzhéimer.

En el líquido cefalorraquídeo se miden los niveles de dos proteínas que se ha visto que están involucradas en el origen y evolución del Alzhéimer, aunque tener esos niveles alterados no necesariamente implica que se desarrollará la enfermedad. Sí indica que el riesgo es mayor.

Cuando los investigadores compararon la información sobre la calidad del sueño con la de los marcadores biológicos de Alzhéimer, encontraron que mientras peor era la primera más alterados estaban los segundos.

Quienes consideraban que dormían mal y tenían somnolencia diurna excesiva resultaron ser los que más patología Alzhéimer presentaban.

Estos datos se suman a estudios anteriores que mostraron cómo en ratones a los que se les privaba del sueño aumentaba la acumulación de sustancia beta amiloide, uno de esos marcadores de Alzheimer a los que hemos estado haciendo referencia.

¿CAUSA O CONSECUENCIA?

Ya adelantamos que el hecho de que las personas involucradas en el estudio tuvieran una predisposición a la enfermedad marcaba la interpretación de los resultados. Porque, ¿los trastornos del sueño contribuyen a que surja el Alzhéimer o son el resultado de las alteraciones que ya se vienen produciendo en el cerebro?

Una pregunta que trae de cabeza a muchos científicos sin que todavía se encuentre una respuesta definitiva.

En lo que sí coincide la mayoría es que dormir las horas suficientes con la calidad necesaria es esencial para la salud de nuestras neuronas. Entrevistado por la CNN, el Dr. Dr. Rudolph Tanzi, una autoridad a nivel mundial en el campo del alzhéimer, dijo:

“Cada vez se acumula más evidencia que indica que dormir al menos de 7 a 8 horas es esencial para la salud y el funcionamiento cerebral.  En la fase más profunda del sueño, el cerebro se limpia a sí mismo de las placas y otros compuestos tóxicos que desencadenan el Alzhéimer”

Fuente: infotiti

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